Dentro de “unos días” hará un año de aquel desafortunado hecho que nos contrajo el corazón a todos los Almonteños, y todos los rocieros, la “rotura del varal de la Virgen”.
Al igual que mucho amigos, nos encontrábamos al otro lado del Real, en el momento que se escuchó un desgarrador sonido; todos callamos y enseguida dije: “cada año las camaristas cierran más fuerte la puerta…”, pero yo sabía que no eran las camaristas… No se porque llevaba todo el año con “una cosita en el cuerpo”, un no se qué, que me decía que algo no iba a salir bien... pero no quería darle más vueltas, no quería pensar en ello.
Muchos sabrán que es lo que se siente de vez en cuando. Cuando, estando fuera de nuestro pueblo estudiando, nos acordamos de nuestra Madre, de nuestro Lunes… de nuestra tradición… A veces solo nos consuela pensar en ella, pensar en momentos que hemos estado “a solas con ella”… ese momento en el que con el hombro metido en su costero no escuchamos nada más y miras hacia arriba y puedes ver como sonríe, y entonces empiezas a rezas… Esos momentos son los que estando lejos de ella hacen que la sientas junto a ti…
Pues ese Lunes noté que algo podría pasar. Desgraciadamente pasó, pero como he leido en la reflexión que antes he mencionado, “Almonte supo reaccionar”. No se como, pero en el momento que la Virgen se puso de camino a su Ermita, me acerque corriendo y trabajando junto a mi pueblo, nos acercábamos a la puerta, y cuando me dí cuenta, tenía mi hombro bajo su costero… fueron unos instantes en los que Almonte SOLO PENSABA EN ELLA… creo que por ese motivo fue bien, porque solamente pensabamos en ella, en llevarla sin que nada le pasara, en cuidarla… Había algo que también se repetía en ese momento y era RESPETO, respeto a nosotros mismos, respeto a nuestros hermanos.
Se que este año saldrá bien la procesión, porque confío en mi pueblo y en mis hermanos que la llevan y que trabajan junto a mi, a mi lado… debemos de respetarnos y ser conscientes de la responsabilidad y el trabajo que tenemos.
No se si algunos estarán de acuerdo conmigo, pero solo quería que mi opinión se conociese. Me despido pidiendo que por favor llegue ya ese Lunes tan esperado.
Hagamos que nuestros mayores estén orgullosos de nosotros y que SOLO PENSEMOS EN ELLA.
Al igual que mucho amigos, nos encontrábamos al otro lado del Real, en el momento que se escuchó un desgarrador sonido; todos callamos y enseguida dije: “cada año las camaristas cierran más fuerte la puerta…”, pero yo sabía que no eran las camaristas… No se porque llevaba todo el año con “una cosita en el cuerpo”, un no se qué, que me decía que algo no iba a salir bien... pero no quería darle más vueltas, no quería pensar en ello.
Muchos sabrán que es lo que se siente de vez en cuando. Cuando, estando fuera de nuestro pueblo estudiando, nos acordamos de nuestra Madre, de nuestro Lunes… de nuestra tradición… A veces solo nos consuela pensar en ella, pensar en momentos que hemos estado “a solas con ella”… ese momento en el que con el hombro metido en su costero no escuchamos nada más y miras hacia arriba y puedes ver como sonríe, y entonces empiezas a rezas… Esos momentos son los que estando lejos de ella hacen que la sientas junto a ti…
Pues ese Lunes noté que algo podría pasar. Desgraciadamente pasó, pero como he leido en la reflexión que antes he mencionado, “Almonte supo reaccionar”. No se como, pero en el momento que la Virgen se puso de camino a su Ermita, me acerque corriendo y trabajando junto a mi pueblo, nos acercábamos a la puerta, y cuando me dí cuenta, tenía mi hombro bajo su costero… fueron unos instantes en los que Almonte SOLO PENSABA EN ELLA… creo que por ese motivo fue bien, porque solamente pensabamos en ella, en llevarla sin que nada le pasara, en cuidarla… Había algo que también se repetía en ese momento y era RESPETO, respeto a nosotros mismos, respeto a nuestros hermanos.
Se que este año saldrá bien la procesión, porque confío en mi pueblo y en mis hermanos que la llevan y que trabajan junto a mi, a mi lado… debemos de respetarnos y ser conscientes de la responsabilidad y el trabajo que tenemos.
No se si algunos estarán de acuerdo conmigo, pero solo quería que mi opinión se conociese. Me despido pidiendo que por favor llegue ya ese Lunes tan esperado.
Hagamos que nuestros mayores estén orgullosos de nosotros y que SOLO PENSEMOS EN ELLA.
TEXTO ESCRITO POR UN ALMONTEÑO
Marcos Merino
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